Ruta en furgoneta por Cantabria: acantilados, pueblos marineros y cuevas prehistóricas
Cantabria es una de esas joyas del norte de España que parece hecha a medida para recorrerla en furgoneta: carreteras entre montañas, pueblos pesqueros con encanto, playas salvajes y una historia milenaria escondida en sus cuevas.
Si estás buscando una ruta en furgoneta por Cantabria que combine naturaleza, cultura y gastronomía, en este artículo te proponemos un itinerario de 5 días con paradas imprescindibles, consejos de pernocta y lugares que no olvidarás.
🗺️ Día 1: Santander y sus acantilados frente al Cantábrico
Comienza tu aventura en Santander, una ciudad elegante y marinera a partes iguales.
Aparca la furgoneta en la zona del Palacio de la Magdalena y disfruta de las vistas a la bahía.
Qué no puedes perderte:
- Paseo marítimo y playas del Sardinero.
- Península de la Magdalena y su palacio.
- Acantilados del Cabo Mayor, uno de los mejores atardeceres del norte.
💡 Si viajas en temporada alta, llega temprano a las áreas de estacionamiento para evitar aglomeraciones.
Pernocta recomendada: Área gratuita en Camargo (a solo 10 min de Santander).
🐚 Día 2: Santillana del Mar y las cuevas de Altamira
Desde Santander, conduce unos 30 km hasta Santillana del Mar, considerado uno de los pueblos más bonitos de España.
Sus calles empedradas, casonas y torres medievales parecen detenidas en el tiempo.
A pocos minutos se encuentra el Museo y Neocueva de Altamira, una réplica exacta de las cuevas originales con sus famosas pinturas rupestres.
Qué visitar:
- Colegiata de Santa Juliana.
- Plaza Mayor y sus tiendas artesanas.
- Museo de Altamira (imprescindible reservar entrada).
Pernocta recomendada: Área de autocaravanas de Santillana del Mar, amplia y tranquila.
🌊 Día 3: San Vicente de la Barquera, mar, montaña y buena mesa
Sigue la costa por la A-8 y llegarás a San Vicente de la Barquera, uno de los pueblos más pintorescos de Cantabria.
El contraste entre su puerto pesquero, las playas y las montañas de los Picos de Europa al fondo es simplemente espectacular.
Qué hacer:
- Camina por el Puente de la Maza.
- Sube al Castillo del Rey para ver el pueblo desde lo alto.
- Prueba un buen arroz con marisco frente al mar.
Pernocta recomendada: Área junto a la playa de Merón (con servicios y vistas al mar).
🏞️ Día 4: Picos de Europa y el Desfiladero de la Hermida
Abandona la costa y adéntrate hacia el interior para descubrir la Cantabria más salvaje.
La carretera que atraviesa el Desfiladero de la Hermida es una de las más impresionantes de España.
Paradas recomendadas:
- Potes, un pueblo de montaña lleno de vida.
- Monasterio de Santo Toribio de Liébana.
- Mirador de Santa Catalina, con vistas vertiginosas.
Si te gusta el senderismo, acércate al Teleférico de Fuente Dé para subir al corazón de los Picos de Europa.
Pernocta recomendada: Área de autocaravanas de Potes (bien equipada y con vistas al valle).
🐚 Día 5: Comillas y San Vicente, arquitectura y naturaleza
En tu último día, regresa hacia la costa y detente en Comillas, famosa por su mezcla de arte, historia y mar.
Imprescindibles:
- El Capricho de Gaudí.
- Palacio de Sobrellano y cementerio modernista.
- Playa de Oyambre (ideal para dormir con vistas al mar).
Desde aquí puedes regresar a Santander o continuar tu ruta hacia el País Vasco.
🍽️ Gastronomía cántabra: sabor del norte
En cada parada te esperan productos locales irresistibles:
- Anchoas de Santoña.
- Queso de Liébana.
- Cocido montañés.
- Sobaos pasiegos.
Viajar en furgoneta por Cantabria también es un viaje gastronómico, con sabores caseros y marineros que resumen la esencia del norte.
🚐 Consejos para recorrer Cantabria en furgoneta
- Evita conducir de noche por zonas rurales: muchas carreteras son estrechas.
- Revisa bien las zonas de pernocta autorizadas: Cantabria tiene una normativa clara.
- Lleva ropa de abrigo incluso en verano: el clima es cambiante.
- Reserva con antelación si viajas en julio o agosto.
💬 En resumen
Cantabria es un destino perfecto para recorrer en furgoneta: mar, montaña, cuevas prehistóricas y pueblos llenos de historia en apenas unos kilómetros.
Una ruta que combina lo mejor del norte de España con la libertad de viajar sobre ruedas.





